martes, 24 de marzo de 2020

Juan de Astorga Cubero

Juan de Astorga Cubero nace en Archidona (Málaga) en 1779. A los 20 años parte para Sevilla donde se forma como imaginero y escultor en la Real Escuela de las tres Artes Nobles, teniendo como profesor a Cristóbal Ramos. Posteriormente fue profesor (1810) y también director de escultura (1825) de esa misma escuela. 
Es considerado como el artista que realizó algunas de las mejores imágenes de la Virgen Dolorosa. Esculpió numerosas tallas, a las que impregnó de belleza juvenil y rasgos delicados, uniendo con acierto el dolor y la dulzura. 
Fue hermano de la Sacramental de la Parroquia de San Lorenzo, de la Sagrada Lanzada, del Santo Entierro, hermandad en la que ejerció labores en su junta de gobierno, del Amor y del Silencio. 

Es Astorga un artista dotado de un particular estilo, su obra supone uno de los mejores ejemplos del desarrollo del estilo romántico en la imaginería religiosa, sus dolorosas quedan impregnadas de un marcado carácter sereno y bello, como queda demostrado en su primera obra conocida, la Virgen del Buen Fin de la Hdad de la Lanzada, que hiciera en 1810, la cual hizo por qué la antigua titular se perdió en tiempos de la Invasión Francesa (1810). En esta imagen, se ve una belleza exquisita y una finura en las facciones de su rostro, siendo una de las Vírgenes más bellas de Sevilla. 
Juan de Astorga hizo numerosas Vírgenes para Sevilla, tanto dolorosas como letificas, imágenes de Cristo, como el de la Providencia, que se conserva en la Escuela de Cristo de Sevilla, y grupos escultóricos, como el del paso conocido como ‘el Duelo’ de la Hermandad del Santo Entierro, además de ser escultor, escultor o arquitecto de retablos y restaurador. 


En el capítulo de restauraciones, la primera de la que podemos hablar, en 1801 es de una Virgen con el niño en brazos, con la advocación de Virgen del Valle, la cual está en el Santuario del Señor de la Salud, sede de la Hermandad de los Gitanos, a esta imagen como aporta el profesor Roda Peña, se le encarga una ‘remodelación’ de una Virgen con orígenes medievales. Tras esta, el profesor Roda Peña también asegura que, en 1803, restauró a la Virgen del Socorro, de la Hdad. del Amor y a la Virgen de la Victoria de la Hdad. de las Cigarreras, ambas imágenes popularmente atribuidas a Juan de Mesa, a las cuales parece ser que les cambió los ojos por unos de cristal y a la Virgen de la Victoria le puso una cuña en el cuello para rectificar la inclinación de la cabeza, acto muy popular en este momento histórico, para hacer que las dolorosas mirasen más al frente. 


En la Hdad. del Amor, restaura y elabora candeleros nuevos para los Santos Apóstoles (San Pablo y Santiago, San Juan fue vendido en el año 1946) en el año 1803. Al año siguiente hay constancia de que hizo ‘cuatro ciudadanos hebreos’ para el paso de la Sagrada Entrada en Jerusalén, según leemos en un artículo que realizó el profesor Roda Peña.  


En 1810, la Hdad. de la Sagrada Lanzada le encarga a restaurar y rehacer las imágenes de las tres Marías y San Juan Evangelista, las cuales habían quedado destrozadas en los sucesos de 1810, por entonces encontrándose los titulares en la Convento de San Basilio. En este caso, el profesor Roda Peña asegura que, la imagen de María de Cleofás es autoría de él, mientras que a la de María Salomé, le hizo el candelero, a la Magdalena le hizo candelero y manos y al San Juan le realizó un cuerpo nuevo. 

De este mismo año es su primera dolorosa documentada, la Virgen del Buen Fin, titular mariana de la Hdad. de la Lanzada, ya que la titular anterior se perdió en los sucesos de 1810, esta es una imagen, como he dicho antes, de gran belleza, donde podemos apreciar magníficamente como en su rostro se mezcla ese dolor con la dulzura, carácter que le daba el autor a sus obras. 


Entre los años 1812 y 1815 algunos historiadores aseguran que realizo la Virgen conocida como la Dolorosa de Capuchinos, que se encuentra en el Convento de Capuchinos de la Ronda Histórica sevillana, en esta imagen podemos apreciar perfectamente los rasgos comunes de este autor. 



En 1816 realiza la Virgen de los Dolores de la Hdad. Sacramental de Gines, una dolorosa de gran devoción en el pueblo, en la que de nuevo podemos observar los rasgos que Astorga le da habitualmente a sus Vírgenes, como es esa expresión de dolor, bien conjuntado con la dulzura.  



En 1817 realiza la Virgen de la Angustia, titular hoy día de la Hdad. de los Estudiantes, en la que, a pesar de las restauraciones posteriores, también podemos ver esos rasgos típicos que le otorga el autor. Posiblemente en ese mismo año restaura a la Virgen de la Soledad de Castilleja de la Cuesta. 



En 1818, para ocupar el vacío que dejó en la Escuela de Cristo de Sevilla, el Cristo del Calvario, (el cual estaba en ese lugar en préstamo hasta que se procedió a la reorganización de la Hdad) hizo un Cristo Crucificado al cual le dieron la advocación de Cristo de la Providencia, que como curiosidad podemos decir, que a los pies se encuentra la Virgen de Consolatrix y Aflictorum que es una obra de su maestro, Cristóbal Ramos. 


En 1819 tenemos documentadas al menos cuatro grandes imágenes, tres de ellas dolorosas de autoría de este autor, la Virgen de la Esperanza, de la Hdad. de la Trinidad, la Virgen de la Presentación del Calvario junto con el San Juan para la misma Hdad y la Virgen de los Dolores, titular dolorosa de la Hdad. Sacramental de Camas, todas estas imágenes de la Virgen con unos rasgos comunes, a pesar de ser todas ellas diferentes, en todas se puede apreciar ese dolor dulcificado, típico del autor. 


En 1820 realiza para la Hdad del Santo Entierro de Sanlúcar la Mayor el Cristo del Descendimiento, el cual lo realiza con brazos articulados, para que sirviera tanto de crucificado, como de Cristo Yacente, algo que era muy común en la época y que aún podemos ver en algunos lugares. Este mecanismo fue quitado en restauraciones posteriores. 


El profesor Roda Peña, también afirma que en el año 1826 restaura y retoca las imágenes de la Virgen de la Alegría y el Niño, de la Iglesia de San Bartolomé.  


En el año 1829 realiza la que será una de sus obras más relevantes para la Semana Santa de Sevilla, que como he dicho antes, son las imágenes que acompañan a la Virgen de Villaviciosa en el paso conocido como ‘el Duelo’ de la Hdad. del Santo Entierro, son las imágenes de los Santos Varones y las tres Marías y San Juan Evangelista que se posicionan de una manera muy romántica a los lados de la Virgen, a la cual le dan consuelo. Un misterio único entonces y podríamos decir que a día de hoy también. 



V. de la Soledad-S. Ildefonso

Juan de Astorga posee numerosas obras atribuidas, normalmente dolorosas en las que vemos los rasgos que comúnmente este autor le da, pero sin ningún documento que aseguren que son obra suya. En la provincia de Sevilla podemos ver como la Virgen de la Paz de la Puebla de Cazalla, María Santísima en su Soledad de Pilas, o María Santísima en su Soledad de Bollullos de la Mitación presentan los rasgos típicos del autor. También en Jerez de la Frontera, la Virgen de Loreto, que procesiona en la tarde del Viernes Santo la atribuyen a este autor, esta Virgen fue comprada en los años 50 del siglo pasado a un anticuario y restaurada o retocada por Antonio Eslava Rubio en esa misma década, haciendo que se transformase el rostro de la imagen. En Sevilla capital, podemos ver a la Virgen de la Soledad y Esperanza de la Parroquia de San Ildefonso. 

Virgen de Loreto-Jerez de la Frontera
Algunos autores apuntan que Juan de Astorga en la década de 1810, hizo a la Virgen de la Esperanza del barrio de Triana, otros dicen que solamente la restauró, con motivo de la inauguración de la nueva capilla, no hay ningún documento que lo asegure. 

La labor de Juan de Astorga sigue presente en su segundo hijo, Gabriel de Astorga, el cual será para muchos, uno de los mejores escultores imagineros de mediados del siglo XIX, impregnando a sus obras de una belleza algo más madura que las que le otorga su padre. También podemos reconocer como familiar de este al artista Gumersindo Jiménez Astorga, hijastro de Gabriel de Astorga, que entre otras cosas, restauró a la Virgen de la Esperanza del barrio de Triana y, el historiador Francisco Amores Martín asegura que a finales del siglo XIX principios del XX hizo a la Virgen de Regla dela Hdad. De los Panaderos. 

*Fotos cogidas de internet y del Archivo del Blog.*

Mario Rosales Antequera.
Twitter: @MarioRosales7
Instagram: @mario_rosales97

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