Como hemos visto en artículos anteriores, muchas de las iconografías que hoy día representan los pasos de misterio que vemos en la Semana Santa, provienen de grabados, lienzos, o esculturas de la Edad Moderna que se realizan por toda la Europa cristiana. Gracias a los grabados, que hacen de esas obras, se puede dar mayor difusión a una obra, ya que es más fácil de transportar una hoja, que un lienzo o una escultura.
Izq: A.Durero | Dcha: Wierix |
Hoy, de nuevo nos vamos a centrar en los grabados de dos artistas que vivieron entre el siglo XV y el XVI. El primero de ellos, Alberto Durero, en su serie de grabados El teatro de los misterios, ya aporta la iconografía en la que Cristo es abofeteado por un sayón, pero esta representación porta una crudeza y una agresividad, donde podemos apreciar a Cristo en una posición agachada, algo forzada y esperando para recibir el golpe, que nada tiene que ver con el misterio que Antonio Castillo Lastrucci realizara para la Hermandad de la Bofetá y que se estrenase en el año 1923. Esta misma representación la podemos ver en un grabado algo posterior, de Wierix, donde si se asemeja más al conjunto que realiza Castillo Lastrucci. En esta obra se puede ver una representación del momento en el que Malco, aquel mismo al que San Pedro le corta la oreja en el Huerto de los Olivos (pasaje que podemos ver en el paso de misterio de la Hdad. del Dulce Nombre de Bellavista), está en posición de darle una bofetada a Cristo para que este hablase, pero en contraposición con el grabado de Durero, en este se muestra a Cristo en pie, erguido, con una mansedumbre y resignación impropia ante la brutal agresión que va a recibir.
En el paso de misterio de la cofradía del Martes Santo, podemos ver como escena central a Malco golpeando a Cristo, mientras que el ex pontífice Anás y algunos sanedritas de su corte le intentan interrogar sobre sus enseñanzas, en el mismo podemos ver judíos observando la escena y un romano. Como curiosidad podemos decir, que este misterio rompe con la estética neoclasicista que estaba de moda hasta el momento, la cual ponía a unas imágenes secundarias frente a otras, dejando un espacio abierto para que el espectador viese el misterio representado, como ejemplo aún tenemos en esta estética el misterio de la Hdad. de las Siete Palabras y el paso de la Virgen de Villaviciosa, del Santo Entierro, siendo este el ejemplo más notable. Castillo Lastrucci, por el contrario, reúne a las imágenes en grupos, haciendo que se relacionen e interactúen unas con otras, y también con el espectador, ganando más poder el conjunto al completo que la imagen en sí. Esto fue una novedad en la época que hizo que otras hermandades le encargasen a este autor la realización de una nueva representación para su paso de misterio, y también que otros muchos autores optasen por seguir su nuevo modelo.
Mario Rosales Antequera.
Twitter: @MarioRosales7
Instagram: @mario_rosales97
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