En el artículo de hoy trataremos la iconografía de Cristo sentado en una peña, antes de ser crucificado, la cual se pone de moda a finales del siglo XV y principios del siglo XVI en el norte de Europa. Estas imágenes que serán conocidas en esa zona como ‘Cristo de la Humildad y Paciencia’, ‘Cristo de la Piedad’, ‘Cristo de las Penas’ o ‘Cristo Pensioroso’, que mitológicamente esta identificado con la ‘Tristeza de Saturno’.
El artista alemán Alberto Durero realiza una serie de grabados donde podemos encontrar dos modelos parecidos de la iconografía que citamos anteriormente, Cristo semidesnudo sentado, mientras espera a ser crucificado. Estas imágenes se exportan por toda Europa gracias a la difusión de estampas, de esa manera llegan a España y vemos como ambas iconografías tendrán el reflejo en la Semana Santa de Sevilla.
En el primero de los grabados vemos a Cristo, sentado en una peña, con la cabeza apoyada en una mano, esperando a ser crucificado, es una iconografía que podemos catalogar como más intimista, y que en la Semana Santa el claro ejemplo lo podemos ver en el Señor de la Humildad y Paciencia de la Hermandad de la Cena, el cual recoge perfectamente esa iconografía creada por Durero y a pesar de ser anónimo, su cronología se encuentra inmersa en el siglo XVI. También lo podemos ver en otras dos imágenes que no procesionan, el Cristo de la Humildad que lo podemos encontrar en la nave de la Epístola de la capilla de los Marineros de Triana, una imagen anónima del siglo XVII y el Cristo de la Humildad y Paciencia que podemos encontrar en la nave de la Epístola de la Iglesia Colegial del Salvador, el cual pertenece a la Sacramental de Pasión, atribuida a Antonio de Quirós está fechada en torno al año 1696.
El otro grabado que realiza Durero será dentro de una serie llamada ‘El teatro de los misterios’, con el nombre de Ecce Homo y realizada en 1511, en la que Cristo semidesnudo, sentado en un banco, eleva el rostro al cielo e implora al Padre antes de ser crucificado podemos ver también como tiene las manos cruzadas a la altura del pecho, ante él un personaje que le ofrece la caña como cetro para el rey de los judíos. Obra que nos muestra el lado humano y sufriente de Cristo. Este es un modelo iconográfico que podemos relacionar directamente con el Señor de las Penas de la Hermandad de la Estrella, que realiza el flamenco José de Arce en el año 1655.
También vemos en el escultor neerlandés Adriaen de Vires, la realización de una escultura en bronce, donde podemos apreciar la clara inspiración en el grabado de Durero, está será realizada en torno al año 1607. Obra que sirve de transito entre el Renacimiento y el Barroco. Una obra en la que también se pudo fijar José de Arce para la realización del Señor de las Penas de la Estrella, cabe recordar, que la influencia y la transmisión de contenido entre la zona de Flandes y la Península Ibérica era común, ya que ambas pertenecían a la Corona Española.
Mario Rosales Antequera.
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