viernes, 20 de marzo de 2020

Huelva. Desaparecidos del 36


Como ya dije en el articulo anterior el itinerario de hermandades más añejas de la ciudad de Huelva perdieron a sus titulares en los terribles hechos del 36 al 39. De igual forma voy a seguir el orden que seguí en el articulo anterior.


Cierto es que la imagen de Jesús Nazareno se veneraba en la parroquia De San Pedro anteriormente a la fundación de la hermandad de penitencia. Existen documentos que hablan de como en 1535 la imagen se traslada a la capilla de la Victoria, también conocida como la Purísima, y que al poco tiempo  de ser venerada en la capilla empieza a recibir el nombre de Señor de Pasión. La nueva ubicación del señor trae consigo un mayor acercamiento de los fieles. A partir de entonces la hermandad empezó a tener un mayor movimiento; al estar más cerca de la población, ya que la parroquia De San Pedro se encuentra en un cabezo, a los fieles se le es más fácil acceder a la imagen.


En julio de 1936 la parroquia mayor De San Pedro es asaltada y la hermandad de Pasión pierde casi la totalidad de sus enseres así como la imagen del Señor de Pasión. La imagen de Cristo fue arrojada desde el porche de la parroquia quedando totalmente destruida a excepción de la cabeza. Según la tradición oral, Fernando Hernández recogió del suelo la cabeza, envolviéndola en papeles y, para no levantar sospechas y llevándolas con sus pies, como si fuese una pelota, hasta su hogar en las cercanías De la Iglesia. En 1937, la hermandad intenta realizar estación de penitencia acoplando la cabeza a un cuerpo creado para ello, pero el arcipreste de la ciudad lo recibe como una burla y lo prohíbe. 


A pesar del duro revés que sufre la Corporación, sus miembros aunaron esfuerzos con un objetivo prioritario, que no era otro, que adquirir una nueva imagen del Señor camino del Calvario al que dar culto como Nuestro Padre Jesús de la Pasión. Objetivo que se consigue en la primavera de 1938.

En el caso de la hermandad de la Esperanza, el antecedente histórico más remoto en relación a la creación de la Hermandad se halla en la antigua asociación piadosa que rendía culto a San Telmo, Patrón de los Mareantes. No es de extrañar, por tanto, que sus fundadores y primeros hermanos fueran los marineros y pescadores que habitaban las calles del viejo barrio de San Francisco. 

Muy pronto, la Cofradía, cuyas primeras Reglas fueron aprobadas por el Arzobispo de Sevilla, Don Marcelo Spínola y Maestre, alcanzó grandes cotas de devoción entre los vecinos del barrio y su popularidad se extendió rápidamente por toda la ciudad, que profesaba un singular fervor hacia su Titular, la Santísima Virgen del Mayor Dolor, una imagen venerada en San Francisco desde el siglo XVII, cuya belleza y valía artística son constantemente ensalzadas en cuantos documentos conservados a Ella se refieren.


Sin grandes avatares discurría la existencia de la Hermandad, hasta que en el año 1936, a comienzos de la Guerra Civil, sus imágenes y enseres fueron destruidos. De aquellos tiempos, se guarda especial memoria de la procesión del Miércoles Santo del año 1937, en la que una fotografía en blanco y negro de tamaño natural aparecía entronizada en el paso de palio, sustituyendo a la desaparecida talla de la Dolorosa. Dicha fotografía se sigue conservando en la capilla actual.


Bien es cierto que la mala fortuna de esta hermandad no terminaría en los hechos del 36, pues en el 63, sin haber recuperado aun el esplendor de la hermandad ç, se ve obligada a abandonar la sede canónica. De la Iglesia de San Francisco, pasa a la catedral, en la que permanece hasta el 78, pero tras el miércoles santo de este mismo año la hermandad de se ve obligada a abandonar el templo. Desahuciadas una y otra vez, las Sagradas Imágenes hallarían temporal hospedaje en una humilde vivienda, generosamente cedida al efecto, mientras que en el corazón del barrio de San Francisco comenzaba a levantarse, gracias a la devoción, cariño y fervor del Pueblo de Huelva, una pequeña Capilla donde la Cofradía hallaría definitivo asiento.


Pasando a la jornada del Jueves Santo y la Madrugá, las imágenes de las hermandades de la Oración y del Nazareno se perdieron conjuntamente en el incendio que el bando republicano provocó en la Iglesia de la Concepción. Tras estos hechos ambas hermandades corren a encargar unas imagenes nuevas para continuar con el culto a Cristo; en el caso de la Oración, el elegido para la realización de la talla de Jesús será Castillo Lastrucci; en el caso de la hermandad del Nazareno, el encargado será Sebastian Santos Rojas, cuya obra para dicha hermandad ha sido clasificada como una de las mejores de su obra. 


Por ultimo, la cofradía del Santo Entierro, corrió la misma suerte que la hermandad de Pasión al encontrarse en la misma Parroquia. Todos sus  enseres, incluido el palio realizado por Rodriguez Ojeda, fue destruido. Lo único que pudo salvarse fue la cabeza del Cristo, aunque Antonio Leon Ferrero habla sólo de la mascarilla. 






Laura Yáñez Sancho.
Twitter: @itslaurayanez
Instagram: @itlaura_

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