Procesión de la Reina de Todos los Santos

En Sevilla, llega la festividad de todos los santos y de los fieles difuntos. Se les rinde pleitesía con flores y oraciones a nuestros seres queridos, para que sepan que desde la tierra, cuando miramos al cielo muchísimas veces, no nos olvidamos de ellos. Pues recién iniciado noviembre, la Sevilla cofrade de siempre, rinde pleitesía y amor hacia la Reina de todos los santos en su anual Procesión.

A las 6 de la tarde, salía el cortejo desde la Parroquia de Omnium Sanctorum para ir hasta su anterior sede, San Lorenzo, en la que residió cuando en la Guerra civil, destruyeron la Parroquia de la calle Feria. Allí la esperaban las hermandades del Dulce Nombre y La Soledad con la imagen de San Lorenzo, presidiendo en un altar el dintel de la puerta principal del citado templo. También esperaban el Señor de Sevilla y su Madre la visita, con la correspondiente representación en la puerta de su Basílica.
El cortejo lo formaban tramos con cirio, insignias de la Hermandad y representación de hermandades como Carmen de Calatrava, Los Javieres y Carmen Doloroso.

El Capataz fue Antonio Santiago que con su hijo Manuel y sus auxiliares, comandaron el impresionante "altar andante" de la Señora de la Feria.
Al llegar a la Alameda de Hércules, la imagen del Arcángel San Miguel que preside la delantera del paso, se soltó de su sujeción, por lo que tuvo que ser retirado del propio paso.

La nota musical la puso como siempre la Banda de Música del Maestro Tejera, con su buen saber hacer de siempre y se pudieron escuchar temas como "María Santísima del Subterráneo", "Ntro. Padre Jesús", "Virgen del Valle", "Virgen de las Aguas", "Ante el Gran Poder", "Rocío", "Soleá dame la mano" y "Corpus Christi" entre otros. A las 11 de la noche aproximadamente, hizo su entrada en su templo con el Himno nacional.

 @JJDaroca