Ha llegado la semana que muchos estábamos esperando, esa gran semana donde reímos, lloramos, disfrutamos (más que un niño pequeño con un globo o con un juguete nuevo), vamos viendo los tronos en las calles que más nos gustan o donde sabemos que hay una levantá a pulso, donde cantan una saeta, quizás vamos a la calle donde sabemos que se cruzan dos hermandades o simplemente donde tocan una de las marchas que más nos gustan. Llega el momento de recibir estampitas, de que los niños pequeños reciban cera para su bola de papel de aluminio, de ver a niños pequeños vestidos de nazarenos.
Dejamos atrás 40 dias de traslados, besapiés, besamanos, triduos, quinarios, carteles, pregones, más traslados, certámenes, la limpieza de los enseres y miles de momentos ocurridos en esta Cuaresma, que nos estaban avisando de que la semana más esperada para nosotros los cofrades estaba aquí. Ahora ya no hay vuelta atrás, ya han pasado esos 40 dias de "espera", poco a poco esos dias han ido pasando y ahora nos toca salir a la calle y disfrutar tanto con nuestra hermandad, como viendo a las demás procesionar. Ha llegado el momento de "intentar" callar a la gente cuando suena un solo en cualquier procesión, de pedir estampitas, de que los pequeños pidan cera y de callejear por calles que sólo pisas en Semana Santa para llegar a la calle en la que se encuentra la hermandad que quieres ver. Y entonces piensas, que esa calle sólo la pisas de Semana Santa en Semana Santa.
Ha acabado la espera y ya llega esa semana que no falla. La que, antes o después, llega cada año, para alegrarnos un mes que, de otra forma, seguramente estaría vacío. Ha llegado esa semana que parece pasar más rápido que cualquier otra del año. Esa semana en la que el tiempo no se mide en horas, minutos y segundos, sino que todo depende de un: "cuando pase por esta calle", "cuando termine esta marcha" o "cuando veamos una petalada", entre muchas otras medidas de tiempo que sólo existen en esta semana y que sólo los cofrades entendemos. Esa semana que va cargada de sentimientos: nervios, alegrías, tristezas, nostalgia,... una mezcla de sensaciones la que nos pasa por el cuerpo a aquellos que tenemos la bendita suerte de disfrutar con esa semana.
Una semana que ya está aquí. La Cuaresma ha acabado. El Domingo de Ramos está a la vuelta de la esquina, llamando a nuestras puertas con sones de la Marcha Real y unas palmas o ramas de olivo por bandera.
Desde el blog de "Entre Incienso y Azahar" os queremos desear una feliz Semana Santa, que disfruteis y que el tiempo os acompañe a todos en vuestras salidas procesionales.
@sweetsmiles97
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