martes, 12 de mayo de 2020

La leyenda del Medinaceli

Nos alejamos un poco de Andalucía, aproximadamente a 500 km de ésta nuestra tierra, para traer la leyenda de las leyendas, esa leyenda que ha traído a nuestra era la iconografía y advocación de muchas imágenes devocionales. Hablamos de la famosa leyenda del Cristo de Medinaceli, o también conocido como Nuestro Padre Jesus Cautivo y Restado. Pero, ¿por qué cautivo y rescatado? En seguida lo sabremos.

La imagen del Cristo de Medinaceli de Madrid fue llevada en el año 1614 por los frailes capuchinos a La Mamora, en Marruecos, para que recibiera culto por parte de los soldados que allí se encontraban, ya que hay que recordar que estas tierras pertenecían a España. Pero en el año 1681 la ciudad cayó en mano de los árabes, gobernados por el sultán Muley Ismail, y éste en señal de victoria, decide mandar a la imagen a la ciudad de Mequinez.
Una vez en esa ciudad, la talla es arrastrada y tirada por las calles para que la gente se mofara de ella. Pero un padre trinitario, al ver lo que estaba sucediendo, decide hablar con el sultán para poner fin a esto y rescatar la imagen del señor, proponiendo ofrecerle tanto oro como pesase la talla.
Un vez allí, al pesarlo redujo muchísimo su peso, algo que enfadó muchísimo al sultán, y costándole a los pobres frailes no más que dos o tres monedas de oro. Esto fue un milagro, y al ser rescatado por los padres trinitarios y cautivo por los árabes, de ahí sale su advocación: Jesús Cautivo y Rescatado.

También cabe destacar que, como la orden trinitaria fue la encargada de rescatarlo, es común que la imagen de todos los Medinaceli posean un escapulario con el escudo trinitario, el cual esta compuesto de una cruz roja y azul. Este escapulario era el salvoconducto para dejar pasar a la imagen a tierras cristianas, y significaba que los trinitarios pagaron por ella.

En el año 1682, la imagen es llevada a Madrid, donde es recibida con gran devoción, realizándose una procesión en honor a su llegada. En el 1710 se crea la Congregación de Esclavos de Jesús Nazareno, y comienza a conocerse la imagen como Jesus del Medinaceli, ya que la capilla donde se encontraba pertenecía al duque de Medinaceli.

Por último, tal fue la devoción que alcanzó esta imagen que, durante la Guerra Civil Española, la imagen fue trasladada a diversos lugares dentro de Esapaña, para ser así protegida por los bombardeos de Madrid, saliendo finalmente hacia Suiza en el año 1937 para participar en una exposición, y volviendo en el año 1939 para quedarse para siempre a aquel lugar que lo rescató.

María Orellana Cózar.
Twitter: @MariiaOrellaana
Instagram: @mariiaorellana

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