martes, 31 de marzo de 2020

Lunes y Martes Santo en Huelva

En el articulo de hoy voy a contaros los datos más importantes de las hermandades del Lunes y el Martes santos, dos jornadas muy bonitas y queridas en la ciudad onubense. 

La primera cofradía en pasar por la carrera oficial en la jornada del Lunes Santo es la Hermandad Sacramental de Culto, Penitencia y Caridad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo del Perdón y Nuestra Señora de los Dolores, aunque no siempre fue así, ya que en principio procesiona en la Madrugá del viernes santo. Esta hermandad se funda en 1984. Un grupo de jóvenes, después de realizar una representación teatral de la Pasión de Cristo en la parroquia de Santa Teresa de Jesús, tienen la idea de formar una hermandad con la imagen que se venera en dicho templo.  
La representación iconográfica del misterio es un Stabat Mater en el que la Virgen, acompañada por San Juan Evangelista, a los pies de Cristo crucificado. La imagen cristífera es obra de Juan Abascal Fuentes de 1981. Su advocación hace referencia a las palabras que pronunció Cristo: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen". Por su parte, el autor de la imagen de San Juan Evangelista es José Miguel Rodríguez Sánchez, de 2011. Por otro lado, la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, es una Talla de Manuel Vergara Herrera, de 1943. Esta imagen sufrió una profunda restauración de David Valenciano en 1996 y 2002. De momento procesiona en el misterio del paso.  
El paso es obra de Gonzalo Merencio, de madera de cedro de estilo renacentista con candelabros de guardabrisas con aplicaciones de alpaca plateada, finalizado en 2010.Dispone de cartelas representativas de las 14 estaciones del Vía+Crucis de los talleres de Hermanos Fernández, así como San Sebastián y San Leandro, patrones de Huelva y de la Diócesis, respectivamente. En las esquinas, el paso está custodiado por los cuatro evangelistas, obra de David Valenciano Larios. En el paso, procesiona, además, una imagen de San Judas Tadeo, de gran devoción en la parroquia de Santa Teresa, obra del mismo autor de los evangelistas. El llamador del Paso de Misterio es una representación del Santuario de la Virgen de la Cinta. Cuenta con una reliquia de Santa Teresa de Jesús. 

La segunda hermandad de la jornada del lunes es la Hermandad del Santo Cristo Cautivo y María Santísima Madre de la Misericordia. Los orígenes de esta hermandad se remontan hasta 1971, cuando se coloca una Cruz de Mayo en el barrio de la Hispanidad. Ello incentivó la creación de una hermandad de Gloria. Pero no es hasta 1981 cuando se procede el acto fundacional.  
Así bien se le encarga a León Ortega, en 1984, la ejecución de una imagen que representase a Jesús cuando es prendido en el Huerto de los Olivos después de ser traicionado por Judas Iscariote. La imagen posteriormente fue retallada y remodelada por Francisco Márquez en 1995. En 2005,  Enrique Pérez Saavedra, Ana Beltrán Ruiz y Verónica García Piedad le aplicaron una nueva policromía. La imagen procesiona en solitario en un paso, Obra de estilo neobarroco, realizado en madera de caoba por Francisco Márquez 'El Cano' (1993). El paso dispone de cartelas en madera con representaciones de la vida de Jesús. En las esquinas, figuran los rostros de los cuatro evangelistas. 
En cambio la imagen de María Santísima es obra de Enrique Pérez Saavedra. Fue bendecida el 17 de marzo de 1984. La restauración fue llevada a cabo por su autor. Al igual que el Cristo, fue sometida a una intervención de conservación a cargo de las restauradoras Ana Beltrán Ruiz y Verónica García Piedad (2005), quienes cambiaron el candelero y limpiaron su policromía. Asimismo, Elías Rodríguez Picón restauró uno de sus brazos y otros elementos en 2011. La imagen procesiona en la tarde del lunes santo en un paso en el que los respiraderos del Palio se encargaron a la Orfebrería Ramos y cuenta con figuras de la Virgen de la Cinta, la Virgen del Pilar y la Virgen de los Milagros. En años correlativos se fue complementando con varales, candelería y faroles de cola de Ramón León Peñuelas. El conjunto fue bordado por Francisco Seda. El cielo del palio cuenta con pinturas de José Romero Benítez.   

La tercera en la nómina de hermandades del lunes es la Ilustre Hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Penas en sus Tres Caídas, María Santísima del Amor y del Glorioso Apóstol Santiago. Esta hermandad se funda en 1944 cuando   en  septiembre de ese año se nombró una comisión encargada de contratar al imaginero León Ortega la realización de dos esculturas (Jesús de las Tres Caídas y la Verónica). No sería hasta 1949 cuando Antonio León Ortega fue el encargado de encarnar a la Virgen del Amor, que se pretendía procesionar en la Semana Santa de ese mismo año. 
El misterio procesional representa el pasaje de la tercera caída de Cristo por llevar la cruz a cuesta al monte Calvario. Una mujer le seca el rostro mientras un romano la aparta. Las imágenes secundarias del misterio han sido realizadas por distintos artistas: El cirineo es obra de Darío Fernández (2015) y restaurado por Ana Álvarez en 2003. La imagen de la Verónica es también creación de León Ortega, mientras que el soldado es de Lourdes Hernández, de 1999. El paso e misterio es de estilo barroco, tallado y policromado por José Oliva en 1948, se completa con candelabros guardabrisas ejecutados por Julián Sánchez en 1999. Dispone de varios elementos característicos de la hermandad como la Cruz de Santiago, cartelas con los evangelistas, el Cáliz Sagrado, así como las herramientas y los clavos usados durante la Crucifixión. El llamador es un regalo de la cuadrilla de costaleros en su XXV aniversario.  
Por otro lado el paso de palio es obra de la orfebrería de Hijos de Juan Fernández, respiradero de Jesús Domínguez y el techo de palio ha sido realizado por Francisco Contioso. Dispone de pinturas con misterios del Rosario, cartelas, los bustos de los 12 apóstoles y otros elementos simbólicos. La Virgen procesiona con una corona denominada 'de los apóstoles', ya que dispone de elementos alegóricos a los apóstoles y las advocaciones de la Virgen.  

La última hermandad de este día es la Posconciliar Hermandad y Seráfica Cofradía de San Francisco de Asís, Nuestro Padre Jesús del Calvario y María Santísima del Rocío y Esperanza. Los orígenes se remontan a 1972, cuando un grupo de estudiantes del Politécnico de La Rábida deciden fundar una hermandad de penitencia. Una idea que se pone en conocimiento del Club Estrella de la parroquia de la Concepción. En 1973, se aprueban definitivamente los estatutos.  
El paso de misterio o representa una iconografía que pocas veces vamos a ver reflejada. El momento en el que Cristo abraza y acepta la cruz. La obra es de Antonio León Ortega en 1972. El paso es de estilo neobarroco, realizado en madera por el artista sevillano Manuel Guzmán Bejarano y con líneas muy clásicas. Por su parte, el orfebre Jesús Domínguez es el encargado de realizar los cuatro faroles que rematan las esquinas. Las caídas son respiraderos bordados, obra de las Madres Oblatas (1976). Las mismas, en el año 2004, confeccionaron los faldones en color morado con los respiraderos en hilo de oro. 
La imagen mariana de la corporación recibe la advocaión de María Santísima del Rocío y Esperanza y es una obra de Sebastián Santos Rojas. El paso de palio es de estilo neobarroco, orfebrería de Jesús Domínguez, los faroles de la peana son obra de Hermanos Delgado y los faroles de cola son obra de Jesús Domínguez y Emilio Méndez, al igual que el relicario. En 2012, se estrena el nuevo palio realizado por Francisco Carrera Iglesias al estilo 'juanmanuelino'. Cuenta con un puñal clásico con pedrería, obra de Gil y Méndez. Varales, respiraderos y corona tienen la factura de Jesús Domínguez. La saya fue idea de Jesús Domínguez, aunque fue enriquecido por Francisco Carrera. 
Un dato muy destacable de la cofradía es que, su cruz de guía, es una cruz realizada en planta a principios del siglo XIV. De estilo gótico y que se encuentra en el monasterio de la Rápida.   

Cambiando de día, pasamos al Martes Santo. En esta jornada también realizan estación de penitencia cuatro hermandades, las cuales dos son más jóvenes que las otras, pero cuyo patrimonio es bastante rico.  

La primera cofradía que realiza estación de penitencia en la Iglesia de la Concepción en esta jornada, es la Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia en su Presentación al Pueblo, Nuestra Señora de la Salud y San Francisco de Asís. Los inicios de la hermandad se sitúan en 1976 en el barrio de Pérez Cubillas y bajo el amparo del párroco de la parroquia de San Francisco de Asís. Se funda en 1976 como Hermandad de Gloria, pasando a ser de penitencia en el año 2000. En 2011 entra a formar parte de la nómina del Martes Santo, pero hasta 2014 no realiza su primera Estación de Penitencia por Carrera Oficial. Los titulares de la corporación son obra de David Valenciano del 2000.  
La hermandad carece de paso de palio pero, el paso de Cristo es obra del tallista Francisco Verdugo. 

La siguiente es la Devota y Fervorosa Hermandad de Caridad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Sagrada Lanzada, María Santísima del Patrocinio, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores. Sus orígenes se remontan al año 1953 cuando unos devotos de la feligresía del barrio de Las Colonias, que dan culto a la virgen de los Dolores, la procesionan, por primera vez, por las calles de su barrio. Sin embargo, no es hasta 1986 cuando se constituye oficialmente la hermandad de penitencia.  
En cuanto a la imaginería de la hermandad Toda las imágenes del Misterio han sido talladas por el escultor palmerino, Francisco Joaquín Moreno Daza. El Señor de la Lanzada lo realizó en el año 1985. El soldado romano Longinos y el caballo se realizaron en 1987, siendo restaurados por el escultor onubense Sergio Sánchez Sánchez en el año 2006. Las imágenes de María Santísima del Patrocinio, San Juan Evangelista y María Magdalena, fueron realizadas en el año 1992. La actual imagen de la Virgen de los Dolores fue realizada en el año 1966 por Manuel Domínguez Rodríguez. Posteriormente es restaurada por el que fuera también hermano de la Hermandad, el artista onubense Eugenio Farelo López en 1991.

El paso de Cristo es de estilo neobarroco tallado, es obra del taller de Guzmán Fernández del año 2011. En el frontal, se muestra una cartela policromada, con el escudo de la hermandad realizada por Lourdes Hernández en 2011 cuyo dorado se ha iniciado. En el año 2012, se estrenan las cartelas de las esquinas del paso, obra de Rubén Fernández. El paso está iluminado por candelabros de guardabrisas, obra de Manuel Guzmán Bejarano del año 2002. Asimismo, de este autor son también las maniguetas que el paso porta en sus esquinas y que son de color oscuro ejecutadas en el año 1997. El llamador del paso fue un regalo de la Hermandad de la Esperanza como madrina, realizado en 1987 y restaurado en 2011.  En cuanto al paso de palio, es de color azul pavo y con bambalinas de dibujo. Los respiraderos son obra de Ramón León en alpaca plateada de 1989, con la Virgen de la Cinta presidiendo la delantera de los mismos y dos relieves en los que aparecen Santa Ángela de la Cruz y Santa Rafaela María. La candelería (1995-2001), jarras (2002-2003) y candelabros de cola (1996) son obra del taller de Villarreal en alpaca plateada. Asimismo, se estrenaron los varales  del paso, factura también de los Talleres de Villarreal de Sevilla. La confección del techo de palio y de las bambalinas ha sido ejecutado por hermanos y hermanas de la Hermandad, y el bordado de las caídas del paso las efectuaron las Reverendas Hermanas Oblatas, las cuales también han pasado el bordado de la caída delantera. La candelería antigua (1979), la peana y antiguas jarras (1981) son del taller de Angulo en Lucena (Córdoba). El Viernes de Dolores en la calle central de la cera va una Inmaculada y el Martes Santo porta una custodia dorada, esta última restaurada por el taller de Villarreal en 1997, que contiene una reliquia de Santa Rafaela María. La corona de la Virgen de los Dolores, del taller Villarreal de 2004, guarda numerosos detalles, como una imagen de la Virgen de la Cinta y San Sebastián, así como querubines y ángeles de marfil y jarritos con azucenas.  

La cuarta hermandad de esta jornada es la Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Sangre, Nuestra Señora Del Valle, San Sebastián Mártir y Santa Angela De la Cruz. Sus orígenes se sitúan en 1945 en el que un grupo de estudiantes de Villa San Carlos, como se denominó anteriormente los Estudios Politécnicos  Madre de Dios, actual Safa Funcadia, muestran la inquietud por fundar una cofradía. El entusiasmo y experiencia de estos jóvenes animaron a su director, el Padre Jesuita Antonio Garmendia de Otaolaurruchi a continuar el proyecto. Por lo que en 1949 se aprobaron los estatutos. 
La autoría de ambas imágenes son de León Ortega entre 1950 y 1956. En cuanto al paso del Cristo, es de estilo barroco de madera de caoba realizado por el tallista sevillano Manuel Guzmán Bejarano, con cuatro hachones y platos recogederos. Cuenta con medallones de Jesús Domínguez, con escenas de la pasión de Cristo, que se encontraban en el primitivo paso de 1950. Además, las esquinas son guardadas por las figuras de los cuatro profetas. Mientras que el paso de palio es de cajón con crestería , teniendo respiraderos en metal plateado de Hijos de Juan Fernández, varales, jarras y crestería de Ramón León Peñuelas, candelería, peana y faroles entrevarales de Manuel de Los Ríos, bambalinas de Manuel Ponce y techo de palio de las Madres Oblatas.  
Como dato relevante hay que mencionar que es el único crucificado que gira la cabeza hacia el lado izquierdo en el momento de expirar. 

La última del martes santo es la Real e Ilustre Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús de la Pasión y María santísima del Refugio. La hermandad es consecuencia de la fusión de dos corporaciones: la Venerable Hermandad del Santísimo Sacramento de la Antigua Iglesia Arciprestal de San Pedro, fundada en 1536, siendo la primera y primitiva Hermandad Sacramental de la actual Diócesis de Huelva; y la Real e Ilustre Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Pasión, fundada en 1918. Ambas imágenes titulares fueron encargadas al taller de Antonio Infante Reina. 
El paso del señor es de estilo barroco, obra de Miguel Llácer Marín, fue completado y dorado en marzo de 1957. El dorado del paso fue obra de Antonio León Ortega. Entre los años 1995 y 1998, se llevó a cabo una importante restauración realizada por Vicente Morales Trillo y se restauraron también las 7 cartelas, con escenas de la pasión, por Virginia Bazán Gasch. El ostensorio de la reliquia del beato Manuel González fue realizado por José María Carrasco. En cuanto al paso de palio, es a partir de 1961, Rosario Ávila empieza los bordados de bambalinas y techo de palio. 
Se adquirieron 12 varales a los talleres de Angulo. En 1983, se llevan a cabo respiraderos y peana por Manuel de los Rios y, en 1985, el grupo de bordadoras de la Hermandad entregan a la misma el manto y la mantilla bordadas para la Virgen. En 1988, estrena candelabros de cola, obra de Ramón León Peñuelas; y en 1999 un cabildo de hermanos aprobó un nuevo proyecto para el paso de palio, presentado por el taller hijos de J. Fernández.

Laura Yáñez Sancho.
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lunes, 30 de marzo de 2020

Leyenda de la Virgen de las Angustias

Cada vez estamos más inmersos en la Semana Santa, y en el día presente hablaremos sobre una leyenda que viene de lejos, o quizás no tanto. Nos trasladamos a la capital cordobesa, mitad mora mitad cristiana.
En el año 2014, sería la primera vez que dicha imagen salía a realizar su estación de penitencia de San Agustín. Pero es curiosa la historia que cuenta la llegada de dicha imagen a, la que fue durante mucho tiempo, su casa.  

Cuenta la historia que un día un burro llegó a la ciudad con una pesada carga y entró en el patio del Convento de San Pablo en busca de agua y cobijo, ante el descuido del portero. Éste al encontrarlo, lo sacó de vuelta a la calle, sin molestarse en darle ni tan siquiera agua ni aliviarle la carga.  
El burro, entonces, se dirigió a la Iglesia de San Agustín. Los hermanos, al verlo decidieron darle albergue hasta que vinieran a reclamarlo. Le quitaron la pesada carga que llevaba y al abrirla, descubrieron a su sorpresa la bella talla de la Virgen.  
Cuando la noticia corrió por la ciudad, los dominicos la reclamaron como suya, pues el borrico fue a su convento en primer lugar, a lo que los agustinos respondieron que puesto que ellos recogieron al borrico y los otros no, la talla era suya. Finalmente, presentado el caso ante la justicia, los agustinos pudieron quedarse con la imagen, a condición de que si por algún motivo la Virgen entraba en San Pablo, no volvería a salir de allí. 

53 años después de que la imagen dejara San Agustín, en el pasado mes de marzo de 2014 la Virgen retornó a casa, haciendo caso omiso a lo que en aquella ocasión dictaminó la Justicia. ¿Acaso la propia virgen quiso hacer caso omiso a la Justicia?  

Lo cierto es, que al igual que los dominicos rechazaron al pobre burro el cual solo buscaba agua y cobijo, también rechazaron la fervorosa imagen que éste portaba consigo, siendo esto no solo una preciosa leyenda, si no también una gran moraleja.


María Orellana Cózar.
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domingo, 29 de marzo de 2020

Lo que pudo ser y no fue, dos veces

Corría el año 1932, un año duro para las cofradías, no solo para Sevilla. Las cofradías veían perder su patrimonio, en muchas ocasiones sin poder hacer nada.
En una sociedad en la que abunda un clima anticlerical, corría el ideal de ‘’estás conmigo o contra mí’’, en ese contexto quemaron algunas iglesias e intentaron arramplar con todo lo que se les ponía por delante.
En Sevilla lamentablemente tuvimos que lamentar pérdidas, las cofradías se quedaron sin pasos procesionales, bordados, altares o incluso perdieron sus sagrados titulares, como es el caso de la Hermandad de la Hiniesta, ya que la Iglesia de San Julián, dónde residían fue pasto de las llamas, en mayo de 1932 la hermandad perdió la talla de la Virgen de la Hiniesta apodada como ‘la gótica’, el Cristo de la Buena Muerte, la imagen de la Magdalena y la Virgen de la Hiniesta dolorosa, atribuida al gran imaginero del siglo XVII, Juan Martínez Montañés.

Es por por este motivo que la hermandad de la Hiniesta, afincada entonces en San Marcos, encarga en ese mismo año, a cuatro artistas que elaboren una imagen lo más parecida posible a la imagen de la Virgen que meses antes se perdió. Entre esos cuatro artistas se encuentra José Merino Román, un escultor e imaginero malagueño afincado en Sevilla, que nos dejó obras como el paso renacentista del Cristo de Burgos en el año 1939. Este escultor realizó una Virgen dolorosa para la hermandad de la Hiniesta con las premisas fijadas por sus hermanos, pero la hermandad al final se decanta por la imagen que realizó el joven artista sevillano Antonio Castillo Lastrucci, que años más tarde de nuevo es pasto de las llamas y vuelve a realizarla en 1937.
Esta imagen de la Virgen dolorosa que realizó Merino Román, se quedó vestida de hebrea con un halo de diez estrellas en el taller del escultor, hasta años después que otra hermandad sevillana se interesa por ella, esa hermandad es la de los Gitanos, que en esos años estaba en su primer periodo en la Iglesia de San Román y fue decisión de su junta de gobierno que en 1935 se pusieran en contacto con este imaginero malagueño para adquirir la dolorosa que no pudo ser para la hermandad de la Hiniesta. No se sabe con seguridad a que es debido este cambio de imagen, ya que aún conservaban la Virgen de las Angustias de Montes de Oca, aunque algunos apuntan que fue una decisión de la junta de gobierno para preservar esta imagen en esos años convulsos.
Esta imagen fue bendecida con la advocación de Virgen de las Angustias, a escasos 15 días del Viernes Santo, el 4 de abril de 1935, y celebró un triduo en los días 10, 11 y 12 de ese mismo mes. En ese mismo año, salió bajo palio acompañando al primitivo Señor de la Salud, haciendo estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral en la Madrugá del Viernes Santo. 
Este hecho no gustó a los hermanos que pidieron el cambio de la dolorosa, volviendo a exponer en el culto a la Virgen que hiciera Montes de Oca, quedando esta imagen de nuevo en el taller de Merino Román.

Tras el duro período para la sociedad y las hermandades como fue la Guerra Civil, la Hermandad oficial de Málaga, conocida como el Sepulcro, que perdió a sus titulares en los años de la guerra, se puso en contacto con su paisano Merino Román para adquirir la citada imagen. Este acto se llevó a cabo en el año 1938, por dos mil de las antiguas pesetas, siendo bendecida en primavera bajo la advocación de Virgen de la Soledad, saliendo por primera vez bajo el palio del trono de la antigua dolorosa el Viernes Santo de 1939.
Esta imagen debió ser retocada en una intervención que desconocemos, en la cual se le cambian detalles en el rostro, como la posición de las lágrimas. Posteriormente en 1973 es restaurada por D. Luis Álvarez Duarte, haciéndole este unas manos nuevas y cambiando la policromía. En 2005 se lleva a cabo la última restauración hasta la fecha, llevada a cabo por el profesor Juan Manuel Miñarro.

Es esta la historia la de una Virgen que pudo ser hasta dos veces titular de una hermandad de Sevilla, pero que finalmente acabó siendo una de las dolorosas de mayor devoción de la ciudad de Málaga, siendo esta una de las únicas imágenes, que ha procesionado en la madrugá del Viernes Santo en Sevilla y en la tarde del Viernes Santo en Málaga, dos ciudades con estilos distintos, unidas por la imagen que pudo ser Virgen de la Hiniesta, o Virgen de las Angustias, pero que finalmente quiso ser Virgen de la Soledad.


*Fotos cogidas de internet, David Gahete y Elisa González*
Mario Rosales Antequera.
Twitter: @MarioRosales7
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viernes, 27 de marzo de 2020

Leyenda de la Misa de las Ánimas


Cuentan las crónicas, que en la actual Plaza Nueva de Sevilla es el solar del convento de San Francisco, derribado en el siglo XIX. Al derribarlo, de él solo quedó una pequeña capilla la cual conservamos en la actualidad, la capilla de San Onofre, situada junto al edificio de telefónica. En esta capilla es donde se dio la leyenda que a continuación veremos, en el año 1600.

Un caballero llamado Juan de Torres, perteneciente a una ilustre familia sevillana, tras llevar una vida sumida en el pecado decidió enmendarse y entró de lego en dicho convento. Tras hacer sus oficios pasaba sus ratos libres en la actual capilla, donde se dedicaba al rezo por horas. Incluso a medianoche, se retiraba al templo para meditar. 

Una de esas noches, concretamente la noche del 2 de noviembre, coincidiendo con la conmemoración de los fieles difuntos, el caballero oyó como alguien entraba, viendo a un fraile de su misma orden que se acercaba al altar, pasaba a la sacristía y volvía a salir al rato, vestido con el alba y la casulla como si fuera a oficiar la misa. El fraile puso el cáliz en el altar, miró hacia los bancos, suspiró y recogió el cáliz sin decir la misa. Acto seguido volvió a entrar en la sacristía y al salir, cruzó la iglesia y desapareció. 

A la noche siguiente volvió a repetirse, y a la tercera noche, también. El caballero, comprendiendo que aquel acto ocultaba algo, se lo comunicó al prior del convento el cual le dijo que, cuando volviera a suceder, se acercara y le ofrezca ayuda para la misa. Y dicho y hecho, una noche más el fraile apareció junto al altar con el cáliz en la mano y revestido con los ornamentos. El caballero se acercó y le dijo “-¿Quiere su paternidad que le ayude en la misa?”.

El fraile no le contestó, pero inició con voz ininteligible las primeras palabras del Santo Sacrificio, solo que en vez de decir Leatificat juventutem mea, su voz se tornó más clara y pronunció Leatificat mortem mea. Es ahí donde Juan comprendió que estaba ante una presencia fantasmal, pero al haber sido caballero y hombre de armas no sintió miedo, y prosiguió con la ceremonia. 

Al acabar la misa, cubrió le cáliz, lo puso en la mesita de la sacristía, se despojó de la casulla y ornamentos, y volviéndose hacia Juan le dijo “-Gracias, hermano, por el gran favor que habéis hecho a mi alma. Yo soy un fraile de este convento, al que por negligencia nunca le dejaron oficiar una misa de difuntos, y habiéndome muerto sin realizar esa obligación, Dios me condenó al purgatorio. Pero nunca nadie me quiso ayudar a oficiar la misa, estando viniendo a intentar decirla durante todos los días de noviembre, cada año, desde hace más de un siglo.” Y tras estas palabras, el fraile desapareció para siempre.

María Orellana Cózar.
Twitter: @MariiaOrellaana
Instagram: @mariiaorellana

jueves, 26 de marzo de 2020

Domingo de Ramos en Huelva

Aunque  puede que en este día sea el que contenga las hermandades más jóvenes de la Semana Santa onubense, el patrimonio de algunas de sus hermandades no tienen qué envidiar de las demás. 
Siguiendo el orden de entrada en carrera oficial, la Hermandad de la Borriquita, es la que inaugura la Semana Santa onubense.
La Devota Hermandad de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén y Nuestra Señora de los Ángeles se funda en 1945, cuando un grupo de alumnos de colegio Maristas, Diego Díaz Hierro entre ellos, se reúnen con la idea de que la imagen de Jesús en la entrada Triunfal inicie la Semana Santa de la ciudad. Así pues, le encargaron al imaginario, Antonio León Ortega la ejecución de la imagen del Cristo y, dos años después, la de la virgen. 
Si hablamos de las imágenes, la imagen del Cristo fue realzada por Leon Ortega en 1946, siendo bendecida en el 1947, y restaurada en policromía por Rodriguez Picón en 2001. Del mismo autor son el pollino y un niño con una hoja de palma. El resto de las obras secundarias fueron realizadas por Rodriguez Picón entre 2001 y 2004. A su vez, Nuestra Señora de los Ángeles también es una obra de León Ortega, pero de 1949 restaurada por Rodriguez Picón en 1999.
El paso de misterio, de estilo barroco, pertenece a la gubia de Miguel Hierro Barreda de 1957. Cuenta con capillas de dedicadas a Los Santos patrones de la ciudad, San Sebastián y la Virgen de la Cinta y a los cuatro arcángeles, los cuales son también de León Ortega. Su restauración comenzó en 1994 por Antonio Díaz Fernández y se completó el dorado por Vicente Morales. El llamador es obra del orfebre Ramón León Peñuelas de 1992.
El primero paso de palio que tuvo la hermandad se estrenó en 1949, poco a poco a ido renovándose y actualmente no queda nada del primitivo palio. El actual es de estilo neobarroco, tiene bambalinas de terciopelo azul, bordadas en oro y sedas de colores realizados por el onubense Rafael Infante. El respiradero frontal fue realizado en los talleres Villarreal en 1985. Posee orfebrería de Ramón León Peñuelas (respiradores laterales, peana y candelería), de orfebrería Andaluza (jarras, varales, faroles entre varales, candelabros de cola), y el taller de la viuda de Villarreal (llamador). Así, el proyecto de techo de palio es de Pedro Palenciano.
Entre los datos de interés destacables tenemos que Miguel Báez “Litri” fue hermano mayor de la cofradía y donó varios trajes de luces bordados por Esperanza Elena Caro, para la ejecución de sayas para la virgen. Gracias a la implicación del torero en la hermandad se pudo sufragar el primer palio de la virgen.  
La virgen de los Ángeles es la única dolorosa que procesiona sin rasgos de sufrimiento, por ello que porta una rosa en vez de un pañuelo. 

La segunda hermandad del domingo de ramos onubense es la Dominica, Real, Ilustre, Fervorosa y Primitiva Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de la Sagrada Cena, Santísimo Cristo del Amor, María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos y Gloriosos, y Sto. Domingo de Guzmán. Es en junio de 1948 cuando la hermandad vista el taller del imaginario León Ortega y le solicitan un presupuesto para la talla de todo el misterio, manifestándoles, que debido a la sobrecarga de trabajo, que tenia en aquellos momentos, no se podía comprometer a llevar a cabo tan complejo encargo. No serlo a hasta febrero de 1951 cuando fuese bendecida la imagen del Stmo. Cristo del Amor, realizando su primera salida procesional ese mismo año.
Por otro lado, la imagen de María Santísima del Rosario no se empieza a tallar hasta finales de 1954, siendo bendecida en marzo del 1955, pero no será hasta abril del siguiente año cuando realizase su primera salida procesional. 
En 2014, la hermandad estrena un nuevo paso, aún en madera, realizado por Francisco Domínguez y Manuel Jesús Búlnez en Carpintería Religiosa y Tallas de Guillena (Sevilla). Cuenta con 6 candelabros y cuatro hornacinas para los evangelistas.  
El paso de palio, cuenta con bordados de oro sobre terciopelo granate, realizados en los talleres valencianos de Suay y diseño de Juan Borrero. Los respiraderos son obra de Juan Borrero y Franciso Fernádnez al igual que los candelabros de cola y los faroles entrevarales mientras que las jarras son de Manuel de los Ríos y Jesús Domínguez. La imagen de la Virgen del Rocío preside la calle de la cera del palio y fue realizada por Jesús Domínguez y Rafael Barbero. La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Huelva donó una peana para esta imagen. La corona procesional es de 1991 y realizada por  Juan Borrero y Francisco Fernández sobre diseño del hermano Manuel Sánchez López. 
De esta hermandad destacamos que fue la primera de la ciudad en recibir el título de sacramental.

La tercera hermandad en procesionar por las calles de la ciudad onubense es la Hermandad Sacramental del Stmo. Cristo de la Victoria, Ntra. Sra. de La Paz y San Rafael Arcángel, también conocida como “Los Mutilaos”. La hermandad fue fundada en marzo de 1943 cuando un grupo de excombatientes de la guerra civil se reúnen en la antigua iglesia conventual de San Francisco con la intención de realizar un proyecto de hermandad.
Así en 1944, cuando se aprueban los estatutos definitivos, se decide sustituir la antigua imagen mariana, cuya procedencia desconozco, por una nueva realizada por el ayamontino León Ortega, pudiendo realizar la primera salida un año después en el paso del patrón de la ciudad y un manto de la Esperanza Macarena.
En 1945 el mismo autor realiza la talla del Cristo de la Victoria, completando el misterio entre 1952 y 1954 con los tres sayones.
El paso de misterio es obra de Miguel Llácer de 1948, realizado en estilo rocalla con cartelas del pintor onubense Pedro Gómez.
Por otro lado, el paso de palio está realizado en orfebrería del taller de los Hermanos Delgado y de Hijo de Juan Fernández, mientras las bambalinas son obra de Rafael Infante. 
Es importante mencionar que en septiembre de 2018 se presentó el manto recuperado de la Virgen de La Paz. El manto original fue confeccionado en 1949 en terciopelo blanco con castillos y leones, realizados en hilo de oro fino y plata en el obrador de San Sebastián. Dicho manto sufrió grandes desperfectos en los años ochenta debido a una intensa lluvia en la jornada del domingo de Ramos obligando su sustitución.

La última es la Hermandad de Ntra. Sra. de los Desamparados y y Seráfica Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Preciosa Sangre, Nuestro Padre Jesús de la Redención y María Santísima del Dulce Nombre en su Mayor Aflicción. Se fundó como hermandad de gloria en 1983 y como hermandad de penitencia en el 2000. Tiene su sede en la parroquia de Cristo Sacerdote.
La hermandad cuenta con cuatro imágenes: la primera y más antigua es la de Ntra. Sra. de los Desamparados, fue creada por Enrique Pérez Saavedra, discípulo de León Ortega en 1982 y ha sido restaurada en dos ocasiones, la primera por Lourdes Hernández y la segunda por Rodríguez Picón; la segunda es la imagen del Cristo de la Redención, realizada por Rodríguez Picón en el 2000 y representa el pasaje del Lagar Mística; María Stma. Del Dulce Nombre es también obra de Rodríguez Picón en 1999; la última en realizar sería el Stmo. Cristo de la Preciosa Sangre, del mismo autor en 2009.
El único paso que procesiona es el del Stmo Cristo de la Redención, obras del tallista Daniel Sánchez, el cual estrenó el pasado año en su fase de tallado. Se trata de unas andas cargadas de personalidad y simbología diseñadas en estilo neobarroco con líneas curvas en la canastilla, por donde se reproducen diferentes escenas de la pasión, con evangelistas en las esquinas. Su acabado será en color caoba combinado con detalles en bronce. 

Laura Yáñez Sancho.
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miércoles, 25 de marzo de 2020

Un paseo por el legado y vida de Cristóbal Ramos Tello

Nace en Sevilla en el año 1725 y fallece un 11 de agosto del año 1799. Bautizado en la Parroquia de San Isidoro de la misma. Hijo de un mediano escultor, Juan Isidoro Ramos. Su vinculación viene arraigada por su padre, donde comparte taller y empieza a realizar sus primeras trazas. Empieza a trabajar con Benito Hita del Castillo a mediados del siglo XVIII en la Capilla Sacramental de la Iglesia de Santa Catalina, recientemente restaurada.
En su trayectoria como profesional, se da un hecho histórico fundamental en la ciudad de Sevilla, la Ilustración. Hay que tener en cuenta, que en el momento que se da un proceso de cambio de mentalidad, se van a suceder numerosas disputas. En dicha etapa se dieron cambios en la Semana Santa tras el impacto que dejó el Barroco. Se dieron numerosos enfrentamientos entre las mismas Hermandades de la ciudad de Sevilla y el poder civil e incluso el poder religioso, el cual fue el caso de la Hermandad de los Negros (Sevilla)

“Prueba de ello es la negativa de varias cofradías a cambiar su itinerario para pasar por el balcón principal del Palacio Arzobispal, lo cual produjo un episodio hilarante protagonizado por los cofrades de la Hermandad de los Negros …”
[PASTOR, Álvaro; ROBLES, Francisco; ROLDÁN, Manuel Jesús, Historia General de la Semana Santa de Sevilla, 2019.]

Las cofradías querían mantener su estilo y forma de discurrir por las calles de la ciudad (con flagelantes y disciplinantes), sin embargo, la Iglesia pedía un régimen distinto al habitual, de una forma más correcta de cara al público. De cara a los enfrentamientos con el poder civil, resalta una figura importante en Sevilla, el ilustrado, Pablo de Olavide, que, junto con la ayuda de otros ilustrados, como Jovellanos, intentaron proteger y cobijar a las Hermandades para evitar un mal peor por parte de ese poder.

Cristóbal Ramos, escultor de transición entre el periodo dieciochesco y ese neoclásico impartido en las Academias, crece de forma profesional con modelos inculcados desde una mente barroca, la que cual era la mayormente dada en la ciudad. Junto a Blas Molner, ambos fueron excelentes profesores de escultura de la, hoy, Academia de Bellas de Artes de primera clase de Sevilla (1850) que en su día fue llamada Real Escuela de las Tres Nobles Artes (1778), dirigida por Francisco de Bruna. Dicha última Academia, estaba sometida a los cánones, proporciones y estilos dados desde la Monarquía. Entre sus discípulos podemos hacer mención con total consideración a Juan de Astorga.

Entre sus mecenas, destacamos principalmente a la Iglesia y a las Hermandades, con el encargo de numerosas obras, principalmente marianas las cuales atemperan la tradición anterior, con composiciones más serenas e imágenes melancólicas, con la aplicación del estofado y del uso de vestiduras con telas encoladas y con un perfecto uso de las mismas. En la realización de las mismas, tuvo que influenciarse en obras del pleno barroco, tales como la obra de la Virgen de la Antigua y Siete de Dolores, realizada por Pedro Roldán en 1650, el cual, deduzco, que se apoyó en modelos de la escuela vallisoletana.


En el primer cuarto de la segunda mitad del siglo XVIII, realiza la Virgen Dolorosa, cuya advocación era Virgen del Mayor Dolor cuando, según se dice, fue encargada en 1764 para el altar mayor de la enfermería nueva del Convento de Capuchinos de Sevilla. Actualmente se conserva en el Museo Nacional de Escultura en Valladolid. De gran similitud a la Virgen de las Aguas de la Hermandad del Museo de Sevilla. Viendo su rostro, podemos ver una carnosidad en su rostro, sonrojo de las mejillas, ojos grandes con mirada fija, se muestra una mujer madura, presenta los rasgos habituales del escultor. Es una imagen de talla completa, totalmente policromada con un rico estofado, utilizando colores como el ocre, el rojo intenso y el azul. Mide unos 84,50 centímetros y se presenta de forma arrodillada en actitud orante.



Se le atribuye la anterior Virgen de la Concepción de la Hermandad del Silencio de Sevilla, la cual estaba fechada en 1752. Hoy día, se encuentra casa del anterior hermano mayor de la Cofradía de la misma en la calle San Vicente de Sevilla. Presenta un ropaje similar a la anterior imagen mariana vista, boca semiabierta y las cejas finas y alargadas. También realiza la iconografía de San Juan Evangelista para la misma Hermandad.



Realiza la talla de Jovellanos de 1770, del Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid y la iconografía sedente de San José con Niño entre 1770 y 1780 de la Colección Marroco en Sevilla.



… clara la relación directa entre la iconografía empleada para la representación de san José y los planteamientos políticos ilustrados que emanan del retrato de Jovellanos. 

[MARTINEZ LARA, Pedro Manuel; DE LA TORRE AMERIGHI, Iván, Una escultura desconocida de Cristóbal Ramos (1725-1799). Iconografía, uso artístico y mentalidad ilustrada a propósito de una imagen de San José con Niño.]

En 1772, labra la imagen de Nuestra Señora de las Aguas para la Hermandad del Museo de Sevilla. Una imagen, de iconología orante, de rodillas y con las manos cruzadas. Ha tenido intervenciones de Manuel Gutiérrez Reyes-Cano en 1880; Infantes Reina le hizo unas nuevas manos y le colocó un candelero para ponerla en pie en 1922, pese ya haber salido bajo un palio, sostenido por varales de madera, pintados y dorados, en 1829; Sebastián Santos la restaura en 1962; y en el 2000 Francisco Berlanga, siendo ésta la última intervención.
Presenta los rasgos de una mujer madura, muy habitual en la Escuela Castellana, con esa mirada fuerte y elevada. Presenta una gran afinidad con la Virgen Dolorosa que se encuentra en el Museo Nacional de Escultura en Valladolid. Ambas casi comparten la misma mirada y ese tratamiento de las cejas. Hoy día, sale de forma procesional en la tarde del Lunes Santo.


Realiza la Virgen del Carmen, perteneciente a la iglesia del Santo Ángel de Sevilla entre los años 1760 y 1780. Realizada en terracota y con las telas encoladas. Según su representación iconográfica, se nos asemeja mucho a las composiciones pictóricas renacentistas del mismo Rafael o incluso a la composición escultórica de la Madonna de Brujas de Miguel Ángel. El conjunto muestra ternura y dulzura en el rostro de María, con esa barbilla pronunciada con el hoyuelo en la parte central y las cejas habituales del mismo, muy finas y alargadas.


La Virgen del Rosario, 1787. Situada en la Capilla de Montserrat de Sevilla. Realizada en pasta de madera. Imagen de talla completa, con un perfecto tratamiento del estofado y de los pliegues. Junto a ella, aparece el Niño con actitud de bendecir al pueblo. Se le da culto en el lado del evangelio de la capilla citada. En su momento perteneció a la Hermandad del Rosario del Convento de San Pablo, la cual a día de hoy ha desaparecido. La misma Hermandad encargó en el mismo año otra iconografía de la Virgen del Rosario, que, a diferencia de la anterior, ésta era de candelero. Guarda una gran similitud en la forma de su rostro con la Virgen del Rosario de San Vicente o con la Virgen de la Carmen de la Iglesia del Santo Ángel. Hoy día, se encuentra bajo la custodia de la Real Cofradía Sacramental de la Iglesia de la Magdalena de Sevilla.

Realiza en 1794 una iconografía de la Inmaculada Concepción de María en barro cocido y policromado. Ha tenido una restauración en 1985, por José Rodríguez Rivero-Carrera, el cual le aplicas unas nuevas manos en actitud orante, extendidas hacia adelante. Es una obra que hizo para la Hermandad de Nuestra Señora de la Pura y Limpia Concepción y Arcángel San Rafael, entonces radicaba en el Convento de Regina Angelorum, actual calle Regina. En 1815 se fusionó con la Hermandad Sacramental de la Iglesia de San Martín, debido al cierre del Convento de Regina provocado por la invasión francesa. A día de hoy pertenece a la Imperial Hermandad Sacramental de la Sagrada Lanzada de Sevilla, e incluso es la misma Hermandad la que le da culto, celebrando una solemne función cada 8 de diciembre, con motivo de la festividad de la Inmaculada. Posee las facciones del ideal femenino de Cristóbal Ramos, con la boca pequeña y semiabierta, hoyuelo en la barbilla y el sonrojo de las mejillas. Al ser una obra de candelero, no posee telas encoladas, presenta unos ajuares con colores concepcionistas.

La última imagen que realiza Cristóbal Ramos reside en la Escuela de Cristo de Sevilla, la cual es la Virgen de Consolatrix y Aflictorum, 1798. Presenta una obra con las características habituales ya habladas anteriormente, como la de la Virgen Dolorosa de Valladolid o la primitiva Virgen de la Concepción de la Hermandad del Silencio de Sevilla. Está ubicada de forma que, junto al Cristo del Calvario, obra de Juan de Astorga, formando un Stabat Mater. En el mismo lugar, encontramos también un conjunto iconográfico donde aparece María, José y El Niño, en el momento del Nacimiento de Cristo, que, el mismo, realiza en terracota en 1798.

En la Parroquia de San Vicente de Sevilla, radica la iconografía de la Virgen del Rosario, obra de Cristóbal Ramos, del siglo XVIII, pero de fecha desconocida. Realizada en madera, presenta una túnica estofada. La cabeza la tiene un poco inclinada hacia la izquierda como si estuviera hablando con hijo, el cual se presenta en el bazo derecho de su madre.


Conjunto escultórico del misterio de La Piedad (s. XVIII), ubicado a los pies de la nave del evangelio de la Parroquia de San Idelfonso en Sevilla. Es una obra de pequeño formato, de unos 60 centímetros, aun así, presenta unas calidades artísticas extremas, la figura mariana posee una mirada fija en Cristo, el cual yace sobre su regazo y presenta un realismo, bien en la flácida musculatura y en el tratamiento de los pliegues del perizonium o paño de pureza. La composición está flanqueada por dos afligidos querubines. En 2016 fue restaurada por los restauradores Alejandro Cascajares y Manuel Ballesteros Rodríguez. Desconozco la inspiración que tuvo para la realización de dicho conjunto, aunque guarda un cierto parecido con La Piedad en 1564, obra pictórica en óleo sobre tabla, realizada por Luis de Vargas para la Iglesia de Santa María la Blanca de Sevilla, con la marcada diagonal del Señor.


Se le atribuye la Virgen del Carmen de Calatrava. Sevilla, fechada a mitad del siglo XVIII, ya que a la Hermandad del Carmen de Calatrava llegó en 1752. Es una imagen de talla completa, posee los rasgos habituales del mismo, con ese sonrojo en las mejillas, y el perfecto tratamiento de las telas encoladas y un rico estofado. Sobre su mano derecha posee un escapulario, habitual de la Orden Carmelita. A día de hoy, tiene su salida procesional en la segunda mitad del mes de julio.

Se le atribuye un crucificado del siglo XVIII que se encontraba en la Capilla de la Antigua de Sevilla (actual Capilla de la Cofradía de Montserrat) la cual se dice que pertenecía a la extinguida Hermandad de la Hermandad de la Antigua y Siete Dolores. En 1850 estuvo cedido a la Hermandad de la Sagrada Lanzada de Sevilla y también salió en precario con la Hermandad de La Hiniesta con motivo del incendio en San Julián.

“Para algunos se trataba del Crucificado que Cristóbal Ramos contrató en 1770 con la Hermandad de la Carretería y que finalmente no pasó a la misma.” 
[ESCUDERO MARCHANTE, José María, Estudio Histórico-Artístico de la Real Hermandad Sacramental de la Sagrada Lanzada, 1995.]


Actualmente, desde el año 1937, la Hermandad de la Vera-Cruz de la localidad sevillana de Mairena del Alcor adquirió la talla de la imagen, el cual salió en aquel entonces con la Hermandad de la Hiniesta, debido al incendio que sufrió la Iglesia de San Román. A día de hoy, el crucificado presenta un nuevo cuerpo realizado por Luís Álvarez Duarte en el año 1992, debido al mal estado del original, aunque la cabeza se mantiene la misma, realizada en terracota.

El original presentaba un sudario escaso y una anatomía desproporcionada, mientras que el rostro presenta una dulzura, sin mostrar apenas sufrimiento. Muestra un curioso mechón que cae de forma zigzagueante en su lado derecho. La iconografía del crucificado representa uno de los últimos momentos de Cristo en el madero, casi en el momento justo de su muerte. Hoy día, sale de forma procesional en la tarde del Viernes Santo con la Hermandad de la Vera-Cruz en la localidad hispalense nombrada.

A finales del siglo XVIII, si bien, trabaja en las esculturas de la Parroquia de Santa Ana en el gaditano pueblo de Algodonales. Realiza la Virgen del Rosario, Cristo de la Buena Muerte, la Virgen Dolorosa, la cual se representa de forma arrodillada, manos entrecruzadas en posición de rezo y de oración, muy habitual en las iconografías marianas ya comentadas. Se le atribuye al igual que la última, la Virgen de la Merced, la cual se encuentra en un retablo de similar estructura al de la Virgen Dolorosa.

Se le atribuye la Inmaculada Concepción de la Capilla de las Doncellas, Catedral de Sevilla, a finales del XVIII. De la misma cronología se le atribuye la Virgen de los Dolores, ubicada en el Retablo de las Ánimas Benditas del Purgatorio en la Iglesia del Divino Salvador de Sevilla, la cual presenta esa disposición arrodillada, de composición al de la dolorosa mencionada ubicada en la Escuela de Cristo. Virgen del Carmen de la Iglesia de San Andrés. Sevilla o la Virgen del Carmen de la Iglesia de Santa Teresa (antiguo convento Carmelita Descalzo) de Espejo en Córdoba.


También trabaja en retablos, tales como en el retablo de San José de la Iglesia de Santa María la Blanca de Sevilla, ubicado en la primera capilla del muro de la epístola, donde en el banco de dicho retablo realiza un Belén de barro, o la iconografía de San José de 1782, ubicada en el retablo del cual tiene mismo nombre, ubicado en la nave de la epístola de la Iglesia del Hospital de la Santa Caridad. Ambas representaciones corresponden al tema de la Infancia de Cristo, siendo este escultor un apasionado de esta iconología.


También se le atribuye las iconografías del retablo de Ánimas que se ubicaba en la desaparecida Parroquia de San Miguel de Sevilla.

Si bien, cabe resaltar, que “… en la desaparecida Parroquia de San Miguel de Sevilla había un retablo de Ánimas.”
[HALCÓN, Fátima. HERRERA, Francisco. RECIO, Álvaro. El Retablo Barroco Sevillano, 2000.]

“… obra de finales del siglo XVIII, en ladrillo cortado y cuyo dibujo e imágenes de barro cocido fueron ejecutados por Cristóbal Ramos.” 
[TASSARA Y GONZÁLEZ, J. Mª., Apuntes para la historia del arte de la revolución de septiembre del año de 1968 en la ciudad de Sevilla, Sevilla, 1919, p, 73.]


*Fotos cogidas de internet y del Archivo del Blog.*
Juan Manuel Sánchez Navarro.
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