viernes, 10 de abril de 2020

La Madrugá en Huelva, según Carla Yáñez

Acabo de llegar a casa, no se muy bien que hora es, serán 23:00 o las 00:00. Después de ver las cofradías del Jueves Santo me toca descansar para la Madrugá. Pero no descanso, me pueden los nervios. Me siento en el sofá y enciendo la televisión a seguir viendo a las hermandades que siguen en la calle.

De repente escucho el móvil, es mi compañero Pedro recordándonos por el grupo que no se nos olvide la medalla y diciendo que nos abriguemos porque va a hacer frío. Mientras leo suena la puerta, es mi familia. Llega mi madre y me pregunta "¿Carla has preparado el traje?" "¿está listo el trombón?" y aunque le respondo que sí ella siempre lo comprueba.

Son las 2:00 de la mañana. Me cojo la coleta, me pongo el traje. Ahora toca buscar las gafas. Cojo el fajín y mi instrumento y me voy con mis compañeras a la calle Rascón. Ya se puede escuchar cómo están afinando.

Llego a donde la banda a quedado, la casa hermandad del Nazareno. Veo a mis compañeros, a mis amigos... Busco a una de las mujeres para que me ponga el lazo y después me voy corriendo a buscar a mis compañeros más cercanos, a los bajos de la banda. Uno de ellos me pone el fajín: "pónmelo otra vez que esta muy flojo" "¿está bien puesta la chaqueta?". Afino con ellos y me voy a hacerme fotos con mis amigos. Viene Alba y me dice: "Vente, hay que hacerse la foto". La foto de las mujeres de la banda.

Vamos a la calle Las Bocas y allí tenemos la charla. La charla de los directores, un momento familiar. A continuación formamos la banda y comienzan a sonar los primeros tambores de la Madrugá. Empiezo a notar ese cosquilleo por todo el cuerpo, esos nervios. Ya estamos en la puerta de la Iglesia, puedo escuchar el rachear de los costaleros, señal de que no queda nada para que salga el Señor. Escucho a mis compañeros decirme "prepara ya la Marcha Real y Señor de Huelva", nerviosa y con las lágrimas saltadas empiezo a tocar y siento que se para el tiempo.

Las horas pasan, ninguno sabemos que hora es. Estamos llegando a las Hermanitas de la Cruz, suena "Caridad". Poco más adelante, en la Capilla de la Esperanza suena "Eterno" dos momentos inolvidables de mi primera Madrugá en la banda.

El tiempo sigue avanzando y llega mi relevo, voy a la casa hermandad y allí me encuentro con mis compañeros "¿qué tal vas?" "¿estas cansado?". Cojo mi desayuno y voy con Rodrigo porque le he visto de lejos cuando he entrado. Terminamos y el me deja al lado de la banda, nos decimos que nos vemos en la recogida y vuelve a su tramo.

Y pasando por la Capilla del Calvario llegamos a calle Marina, donde le cantan saetas y va habiendo cada vez más gente en la calle. Ya va quedando menos para llegar a la iglesia y para que la Madrugá llegue a su fin.

Ya estamos en calle Plus Ultra y van sonando las últimas marchas, veo en las caras de mis compañeros que las emociones ya están a flor de piel, y empiezan a brotar de los ojos las lágrimas de toda la noche.

El Señor se está recogiendo, ponemos la partitura de "Señor de Huelva", ya todos hemos llorado y empiezan a verse los primeros abrazos.

Ya solo queda esperarla, a la Virgen de la Amargura, y en esa espera veo a mis compañeros nos preguntamos que tal a ido y nos abrazamos, también veo a Rodrigo que ya ha entrado en la iglesia. Ya puedo escuchar la banda del palio. Ya la Virgen está entrando. La Madrugá está terminando.

Rodrigo y yo vemos a Esteban, y salimos los tres juntos por la puerta del patio, y ahora me doy cuanta de que ya a llegado a su fin, y que solo queda esperar al año que viene y quedarse con lo vivido las horas pasadas poniéndole música a los pasos del Señor.

Carla Yáñez Sancho.

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