domingo, 22 de marzo de 2020

La realidad sobre la Saeta


De toda la música procesional, hay una marcha que es un icono puro de nuestra semana grande, una marcha que se conoce en todo el país y que hasta los menos relacionados con estas fiestas saben cuál es. Se trata de La Saeta.


El origen de esta pieza de música procesional está en el poema de Antonio Machado, La Saeta, perteneciente a su obra Campos de Castilla. Unos de los temas que se tratan en esta obra es la Semana Santa de Andalucía, donde se puede leer a un poeta que muestra una visión muy particular de cara a la religión católica.


La Saeta 

¿Quién me presta una escalera, 
para subir al madero 
para quitarle los clavos 
a Jesús el Nazareno? 
Saeta popular 

¡Oh, la saeta el cantar 
al Cristo de los gitanos, 
siempre con sangre en las manos 
siempre por desenclavar! 
¡Cantar del pueblo andaluz 
que todas las primaveras 
anda pidiendo escaleras 
para subir a la cruz! 
¡Cantar de la tierra mía, 
que echa flores 
al Jesús de la agonía, 
y es la fe de mis mayores! 
¡Oh, no eres tú mi cantar! 
¡No puedo cantar, ni quiero, 
a ese Jesús del madero, 
sino al que anduvo en el mar! 

Realmente esta letra no deja de ser una crítica personal del autor. En parte rechaza todo lo relacionado con el Cristo que sufre, el que cae tres veces y con el que murió en una cruz. Machado se siente más cerca con el Cristo que anduvo en la mar. No hay más que comprender la letra con la que cierra el poema: “¡No puedo cantar, ni quiero, a ese Jesús del madero, sino al que anduvo en la mar!”


Posteriormente, Joan Manuel Serrat compone una versión del poema en el disco que publicara en 1969, titulado Dedicado a Antonio Machado, poeta. Fue entonces cuando el poema causó furor y traspasó al mundo cofrade, convirtiéndose en marcha años más tarde.



La verdadera primera adaptación a la música procesional de La Saeta se sitúa en la localidad de Ayamonte, de la mano de la todavía vigente Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Buena Muerte. Luego, en 1986 tiene origen la versión de la Banda Virgen de las Angustias, grabada en el disco que publican en este mismo año. Esta última versión seguía unos cánones más clásicos, con una introducción de cornetas, un cuerpo central que seguía la melodía de Serrat y un final de nuevo con cornetas. La realidad es que ninguna de estas dos adaptaciones consiguió encajar con fuerza en los oídos del mundo cofrade.



No fue entonces hasta 1987 cuando la antigua señera agrupación de la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras, origen de la actual Agrupación Musical Virgen de los Reyes, realizara su propia adaptación de La Saeta, de la mano de dos componentes de la banda como Antonio Amodeo y Antonio Velasco. Ésta fue estrenada el 14 de febrero de 1988, en el traslado de regreso de la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras, tras realizar los cultos en la Parroquia de San Marcos con motivo del L Aniversario Fundacional de la hermandad. El paso del señor andaba sobre los pies por la Plaza San Román, camino de la Plaza Molviedro, cuando suena por primera vez La Saeta. Todos los testigos quedaron asombrados ante tal estampa.



En la propia agrupación musical quedaron sorprendidos por el revuelo positivo que causó la marcha. De manera, que en 1989 se graba un nuevo trabajo discográfico, publicado como La Saeta, sin ser todavía esta adaptación la que hoy en día conocemos todos. En 1992, Antonio Amodeo realiza el arreglo que da lugar a la actual marcha La Saeta. Desde entonces, se ha marcado un hito en la música procesional.



Por aquellos años, San Román era la antigua sede de la Hermandad de Los Gitanos y ha sido La Saeta la marcha que se ha convertido en todo un himno para sus hermanos. Siempre se relaciona esta composición musical a los de la Calle Verónica y no es para menos. Cada viernes de Madrugada, cuando suena La Saeta tras Ntro. Padre Jesús de la Salud, que no deja de andar sobre los pies, parece pararse el tiempo en una chicotá, parece que la vida está en una esquina cualquiera de nuestra ciudad. Reflejo de ello es la emoción que se palpa en el ambiente de entre todos los asistentes.




Podemos ver claramente como La Saeta ha marcado un antes y un después en la música procesional, en la forma de componer y sobre todo en el sentir una cofradía en la calle. Esto resulta algo paradójico si pensamos en el verdadero origen de La Saeta. Recordamos como Antonio Machado se sentía más identificado con el Cristo que anduvo en la mar, rechazando la imagen dramática del que vemos en la semana de Pasión, el que carga con una cruz y el que sufre crucificado. Nuestra forma de vivir la Semana Santa hace cosas tan magníficas como dejar para la historia la música de Serrat de La Saeta y, sin embargo, suena tras Ntro. Padre Jesús de la Salud que carga con una cruz. 



Así de extraordinaria es nuestra tierra, del rechazo de Machado, a la Pasión que conmueve cada año a numerosos cofrades y todo ello con un único hilo conductor como es La Saeta.


*Fotos cogidas de internet y del Archivo del Blog.*
Manuel Chacón Palomares.
Twitter: @m_chacon4
Instagram: @m_chacon4

1 comentario:

  1. Si señor,no puede estar mejor definido el sentido de saeta, fue más revelarse contra un cristo sufriente, para realzar el cristo de vida y resucitado y es mi humilde opinion, me ha encantado tu artículo, sigue así, una abrazo y cuidate!!!!

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